sábado, 30 de mayo de 2015






    Artículo didáctica de la lengua
Empezar una visión crítica del trabajo realizado durante este cuatrimestre siempre es un reto, reconozco que al ser la segunda vez que me enfrento a él, la sorpresa del principio no es la misma, la cuesta de la dificultad no se ve igual, sabes que si te lo tomas en serio y sigues minuciosamente las indicaciones, es asumible, es más,  gracias a que puedes distribuir las energías con más conocimiento de causa lo que te preocupa es meterte dentro de la tarea y disfrutar. Si, es una de las cosas que más aprendí de esta forma de trabajo, que tu mayor preocupación no debe ser la técnica ni el volumen de trabajo, si no ponerte a ello y disfrutar. Puede que así se cometan muchos errores, pero de ellos también se aprenden.
         Así el primer trabajo sobre expresión oral, mi mayor reto era crear un clima adecuado en el que este se produjera para que también hubiese aprendizaje por parte de los alumnos, que ellos aprendiesen haciendo, y dándoles a todos más o menos las mismas posibilidades. Era un reto, pues muchas veces los debates se crean frente a un tema, hay posiciones, se plantean y poco más, luego viene la evaluación y el siguiente tema. Aquí se trataba de empezar sabiendo para que, cuando se le ponen las guías y si las pueden seguir, el cambio es increíble. No es como; "aquí están las normas, adelante". No, cada puntualización tiene una forma y razón de ser.

       

         El segundo sobre la lectura me ha sorprendido mucho, pues trabajar así la comprensión me parece mucho más adecuado e interesante. Y es de gran ayuda para muchas otras áreas, pues la lectura bien hecha es el comienzo de una gran aventura que a cada paso te abre a otra y a otra. De hecho, he podido comprobar cómo este es un trabajo, más que importante, fundamental, hacerlo bien, pues puede ser una increíble base para todo el proceso educativo del niño y que más adelante recordará y agradecerá. Puede que incluso se convierta en su modo habitual de trabajo. Justo al mismo tiempo, he cursado matemáticas y su didáctica iii, y en ella la primera parte era resolución de problemas. Para que estos puedan entenderse y solucionarse bien hay que comprender que es lo que exponen y preguntan. Ya como profesora en el aula he puesto en práctica diferentes propuestas de trabajo que en este apartado se indican. Y he de decir que he podido comprobar sus buenos resultados. Aprender a leer es una cosa, pero comprender y disfrutar de lo que se lee es otra, que cuando se descubre ya no hay límite. He enfrentado a los alumnos a la lectura de una forma atractiva y con un reto, ellos mismos han ido descubriendo de lo que eran capaces. La lectura silenciosa e individual, como principio de trabajo, puede darte grandes resultados.
  
         En el tercer bloque hemos trabajado la expresión escrita con niños con dificultades. En esta parte lo más interesante es ir estableciendo cuales son las bases del aprendizaje para luego, y dando los pasos que corresponden. Es igual que en cualquier proceso pero a otro ritmo. Lo más interesante es reconocer que los alumnos deben ir cubriendo cada paso, una vez hecho pasamos al siguiente. Así el alumno va cogiendo seguridad y va aprendiendo, si el profesor sigue su pasos de cerca sabe que tiene que reforzar, como debe intervenir y como ayudarle a seguir. Es más importante que los pasos se hagan bien a que se hagan rápidos.
         Avanzamos al siguiente, después de la lectura, la escritura ahora abordamos la ortografía y la semántica. Es como ir haciendo un recorrido en alta montaña en la que según vas avanzado vas ganando en confianza, y en vez de estar exhausto solo estas sorprendido de lo que haces, ves y descubres. Así quieres más, ¿quién sabe lo que te deparará el siguiente recodo?. Es lo contrario de poner encima de la mesa un montón de instrumentos increíbles para construir algo, que te den las instrucciones y te digan luego vengo a ver qué has hecho. Los miras, miras a la persona que te habla y te dices "!Genial¡ - superbonito - ¿y .....?.  A la primera dificultad te vienes abajo". Vuelvo a darme cuenta de cómo tenemos que permanentemente valorar y hacer juicios adecuados del modo en que presentamos los contenidos y los trabajos a nuestros alumnos. Una misma actividad puede volverse insoportable y tediosa simplemente por la forma de ponerla delante de ellos. No es la actividad, no es los alumnos, el problema es que uno no ha tenido en cuenta todos los datos de la realidad. Y esto es algo que no se nos puede olvidar, y donde debemos empezar nuestro juicio.
         Después de todo lo trabajado y compartido en los diferentes blogs, así como en la asignatura me parece muy interesante hacer "un banco de ideas". Todos trabajamos mucho en realidades diversas y poderlo compartir para que en un momento determinado puedas, si te encuentras en una situación parecida, encontrar el apoyo que a ti no se te ocurre, es lo que se denomina "trabajo en equipo". De esta forma se multiplican las posibilidades y todos salimos ganando.  Un profesor contento, que disfruta de lo que hace y propositivo, crea un ambiente dentro del aula con resultados apasionantes.